
Los hospitales universitarios en Ginebra, están finalizando las últimas pruebas para iniciar los trasplantes de células de origen porcino en humanos para tratar la diabetes y las enfermedades hepáticas.
Ginebra se ha preparado durante años para el trasplante de células de origen porcino en humanos para el tratamiento de la diabetes y la insuficiencia hepática. Los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG) junto con los profesores Leo Bühler y Philippe Morel están preparados para empezar el xenotrasplante, a partir de donantes animales. Ambos cirujanos están esperando las últimas autorizaciones para criar cerdos en una estructura adecuada en Suiza.
Durante veinte años el dúo Bühler-Morel ha trabajado sobre la diabetes, una enfermedad que se produce cuando el páncreas no segrega suficiente insulina para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Su propósito: ayudar a los pacientes que no responden al tratamiento habitual de la inyección de la insulina, entre 6.000 y 8.000 personas en Suiza. “En estos pacientes, la inestabilidad de la enfermedad perjudica a todos los órganos. Eso causa el deterioro progresivo de los vasos sanguíneos, puede provocar insuficiencia renal, daños cardiovasculares o cerebrales. Puede incluso conducir a la amputación de una pierna”, dice Philippe Morel, jefe del departamento de cirugía vascular de los HUG. Para no llegar a estos casos, en ocasiones se considera trasplantar el páncreas. Los HUG practican una decena de trasplantes anuales, pero están limitados por el número de donantes y por los elevados riesgos y complicaciones de este tipo de trasplantes.
Islotes de Langerhans (Islotes pancreáticos humanos)
Otra posibilidad es el trasplante de Islotes de Langerhans, grupos de células alojadas en el páncreas que segregan insulina. Experimentado en los E.U.A. en los años 80, la técnica no obtuvo los resultados esperados. Según Leo Bühler “Uno de cada cinco pacientes dejó de ser insulinodependiente después del trasplante, pero sólo de manera temporal”. En 1992, los HUG desarrollaron uno de los diez laboratorios en el mundo capaces de practicar estos trasplantes de Islotes pancreáticos en pacientes diabéticos. “Más de 200 personas han sido trasplantadas por este centro, que es uno de los más grandes del mundo”, dice Philippe Morel. Desde entonces, han surgido nuevos fármacos, lo que limita el rechazo de los islotes pancreáticos. “Ahora, el 80% de los pacientes dejan de ser insulinodependientes después del trasplante”, dice Leo Bühler. Pero son necesarias a veces dos o tres inyecciones del donante para lograr esto. Y entre tres y cinco años más tarde, sólo del 25% al 30% de los trasplantados sigue siendo insulino-independiente. Afortunadamente, el páncreas segrega aún algo de insulina, lo que ayuda a prevenir la hipoglucemia aguda.
Las virtudes del cerdo
Teniendo en cuenta estos resultados insuficientes y la gran diferencia entre el número de donantes humanos (cien por año) y el número de beneficiarios potenciales (miles), se ha desarrollado una tercera vía: el trasplante de Islotes pancreáticos porcinos. ¿Por qué el cerdo?, por varias razones: en primer lugar, porque la insulina porcina, muy similar a la insulina humana, se ha utilizado desde 1921 para tratar la diabetes con excelentes resultados.
Posteriormente, porque los cerdos representan una fuente casi inagotable; el Massachusetts General Hospital de Boston, ofreció a Ginebra seis parejas de cerdos concebidos sin virus ni bacterias – que por ahora esperan en Bruselas. Finalmente, Leo Bühler se formó durante cinco años en el xenotrasplante, en este mismo hospital americano. No es todo. Durante años, los HUG colaboran con un equipo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) para encapsular los islotes pancreáticos porcinos. Es necesario protegerlos de un rechazo masivo por parte del receptor. “Se encapsulan las islas en una materia química, los polímeros biocompatibles, que impiden los contactos celulares entre el interior y el exterior pero dejan pasar la insulina, el oxígeno, los nutrientes y la glucosa”, dice Leo Bühler.
¿Es lo ideal? No del todo, porque el cuerpo todavía reacciona contra estos polímeros. “Las cicatrices se forman alrededor de ellos. Las células mueren asfixiadas con el tiempo. La cooperación con la EPFL ha permitido probar polímeros aún más biocompatibles que dan excelentes resultados en pequeños animales”. Alentador, según Leo Bühler.
Para Philippe Morel, el equipo ginebrino acumula varios activos:
una experiencia del injerto de islotes pancreáticos en los diabéticos, una pericia en xenotrasplante, la capacidad de encapsular las células porcinas y el acceso a porcinos sin virus ni bacterias. “Además, la Ley suiza sobre trasplantes autoriza este tipo de trasplantes a partir de donantes porcinos”, dice el profesor. ¿Y qué piensan los judíos y musulmanes practicantes de estas terapias? “La cuestión se planteó en los años 80 cuando los cirujanos comenzaron a implantar válvulas cardíacas biológicas de origen porcino”, comenta Leo Bühler. “Las religiones islámica y judía no ven ningún problema con la implantación de tejidos, células u órganos de origen porcino con fines médicos. La única limitación es la ingesta oral de cerdo “.
Curar el hígado
Las células porcinas tienen otra virtud terapéutica, curar la insuficiencia hepática aguda. “Decenas de personas mueren cada año por no poder ser trasplantadas a tiempo”, observa Leo Bühler. Gracias a la colaboración con Francia, podemos obtener órganos, pero esto no es suficiente. Utilizar células de hígado de cerdos podría ser una solución. Aunque sólo funcione algunos meses, no es grave: garantizan la transición mientras el hígado del enfermo se regenera. “Enseguida reanudaría su normal funcionamiento por sí mismos”. Para iniciar los primeros ensayos clínicos, el equipo de Ginebra trabaja desde hace dos años con Swissmedic, la Agencia Suiza de Productos Terapéuticos, para finalizar los protocolos necesarios para aplicarlos en el ser humano.
Los investigadores quieren ampliar la granja de Arare, que ya se utiliza para criar animales para investigación, para que además de los cerdos franceses pueda acoger cerdos americanos en condiciones de esterilidad. Un encuentro de información clínica se llevará a cabo el 24 de febrero de 2016 en un hotel de Ginebra, con la participación del Consejero de Estado responsable de Salud, Mauro Poggia (TDG).
Referencia de Articulo publicado: Le porc, avenir de l’homme (El cerdo, el futuro del hombre) Médecine – La xénotransplantation Tribune de Genève Suisse par Sophie Davaris (Información científica publicada en el diario Tribune de Ginebra Suiza el 15/nov./2015)
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